¿Cómo combatir la cistitis con la alimentación?

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Hoy en día la Cistitis es una de las infecciones más frecuentes, sobre todo entre mujeres, aunque también afecta a hombres. Es una inflamación de la vejiga causada mayoritariamente por la presencia de bacterias y hongos en el tracto urinario. En el 80% de casos está asociada a la bacteria Escherichia coli

E.Coli, es una bacteria que se encuentra en el intestino donde participa en la absorción de algunas vitaminas. A pesar de ello, algunas de sus cepas actúan como patógenos, provocando infecciones, sobre todo en el tracto urinario. Esta bacteria está presente en las heces y puede viajar fácilmente hasta la uretra. Cuando accede al tracto urinario se adhiere a las paredes de la vejiga o de las vías urinarias inferiores, donde se multiplica y causa una infección, cuando nuestro sistema inmunitario es decadente. Aparte, entre sus características se sabe que tiene un mecanismo de adhesión muy fuerte y que genera resistencia a los antibióticos, por lo que es difícil de eliminar.

La cistitis es la infección bacteriana que ocurre por la colonización de E.Coli  en el tracto urinario, ocasionando fuertes molestias y malestar, de manera que si no se trata puede llegar a desencadenar infecciones renales con presencia de cólicos. 

Su recurrencia más frecuente en mujeres es en gran parte por una cuestión fisiológica, la proximidad entre la vagina y el ano y porque la uretra de las mujeres es más corta por lo tanto las bacterias viajan fácilmente a través de ella.

Cistitis

Síntomas:

Los síntomas de la infección de orina pueden variar según la gravedad y la localización de la infección, los más frecuentes son:

  • Aumento del número de micciones.
  • Urgencia urinaria.
  • Necesidad de orinar que se mantiene incluso después de haberlo hecho.
  • Orinas turbias y en ocasiones con sangre.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Picor vaginal.
  • Dolor e inflamación en el abdomen bajo.
  • Fiebre.
  • Cólicos, en infecciones más graves con afectación renal.

Causas:

Aproximadamente un 70% de las mujeres ha sufrido cistitis en algún momento de su vida, por eso es importante identificar su origen y su solución. Las causas múltiples más comunes son las siguientes:

  • Alteración de la flora vaginal: Esto puede ocurrir cuando el pH de la orina y de la flora vaginal se ven alterados.
  • Retención urinaria: Aguantar la necesidad de micción, implica la retención de bacterias patógenas en nuestra vejiga.
  • Ropa interior mojada o húmeda: Si mantenemos nuestra flora vaginal en contacto con la ropa mojada generamos un microclima ideal para que las bacterias se desarrollen y proliferen.
  • Relaciones sexuales: En algunas relaciones sexuales hay intercambio de fluidos, hecho que facilita la entrada y salida de bacterias, por eso es muy recomendable orinar a posteriori para elminarlas.
  • Anticonceptivos como el DIU o el anillo vaginal: Suelen disminuir la lubricación de la zona.
  • Estreñimiento: Disminuye la excreción de bacterias y aumenta la concentración de E.Coli en el colon.
  • Cambios hormonales
  • Uso de antibióticos: La exposición a antibióticos disminuye nuestras defensas y por consecuencia nuestro organismo se encuentra más vulnerable frente las infecciones.  
  • Ropa ajustada y sintética
  • Disminución del sistema inmune: Una bajada de defensas del organismo nos hace vulnerables ante las infecciones. Esta disfunción del sistema inmune puede ser causada por estrés, nervios, dieta desequilibrada, malos hábitos alimentarios o uso de antibióticos.

El último punto es una de las causas más frecuentes en la cistitis recurrente, es por eso que desde el punto de vista alimentario podemos modular la aparición y el desarrollo de esta infección.

Alimentación y Cistitis

Como en otras infecciones recurrentes, la alimentación está estrechamente relacionada con la posibilidad de que se desencadene.

Una vez hay una infección activa, se debe tratar con antibióticos, pero es importante identificar las causas y aprender hábitos saludables que nos ayuden a prevenirla. Sobre todo porque una gran parte de la población femenina sufre infecciones recurrentes, con el riesgo de generar resistencia a los antibióticos.  Como ya hemos dicho, la Cistitis está relacionada con las bacterias de la flora intestinal, por eso garantizar la salud intestinal será uno de los primeros objetivos a la hora de acabar con ella.

Una dieta deficiente o unos malos hábitos alimentarios, conducen a tener un sistema inmune poco funcional, donde las capacidades para luchar contra patógenos se encuentran disminuidas. Una flora intestinal de calidad y un sistema inmune fortalecido, son parámetros moldeables con la alimentación, incluyendo en nuestras recetas aquellos alimentos que nos benefician y eliminando los que nos perjudican.

Alimentos desaconsejados:

  • Azúcares refinados.
  • Harinas blancas y/o refinadas.
  • Productos cárnicos.
  • Productos precocinados.
  • Cereales refinados.

Alimentos aconsejados:

  • Productos fermentados: Tempeh, miso, kéfir, chucrut, etc.
  • Cereales integrales y pseudocereales: Arroz y pasta integral, quinoa, mijo, cuscús integral, harinas integrales, etc.
  • Legumbres: Garbanzos, alubias, lentejas, lentejas rojas, azukis, etc.
  • Proteína vegetal.
  • Verduras con características prebióticas: Puerro, cebolla, espárragos, alcachofa.
  • Pescado blanco y azul.
  • Arándanos rojos.

¿Qué complementos nos ayudan a combatir la cistitis?

Zumo o cápsulas de arándanos:

Estudios científicos han demostrado el potencial del arándano rojo frente a las infecciones de orina. Eso ocurre porque tienen la propiedad de impedir que las bacterias pro infecciosas se adhieran a la mucosa de la vejiga, inhibiendo su proliferación y la infección. Aparte, poseen propiedades antioxidantes y estimulantes del sistema inmunitario.

Manosa:

Se trata de un azúcar simple que se encuentra en los melocotones, albaricoques, manzanas y en algunas bayas. Es una sustancia que el cuerpo no utiliza y elimina directamente por la vía urinaria. Su presencia en la vejiga atrae a las bacterias escherichia coli, promoviendo su eliminación a través de la orina. Aparte, no tiene efectos secundarios y puede ser utilizado incluso en embarazadas y niños.

Aceite de semillas de uva:

Las semillas de uva son eficaces contra las inflamaciones de las vías urinarias gracias a los flavonoides que contienen, ya que que estimulan el sistema inmunitario.

Probióticos:

Ayudan a equilibrar la flora intestinal y urogenital.

¡Acude a un especialista!

Es importante que en casos de infecciones recurrentes, se acuda a un especialista. En consulta, mediante la planificación nutricional y la elaboración de menús y recetas, vemos como mejoran este tipo de patologías tan frecuentes y que tanto molestan, así que si te encuentras en una de estas situaciones, ¡No esperes más!

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