A lo largo de este tiempo pasando consulta, me he dado cuenta de que hay más personas que sufren ansiedad de lo que me imaginaba. La ansiedad es un estado de inquietud que puede aparecer en cualquier momento de la vida. Un mecanismo de defensa que el propio organismo activa ante situaciones que el cerebro percibe como peligrosas. El cerebro, cuando reconoce un peligro hace que el cuerpo reaccione creando estas sensaciones desagradables para el ser humano. Hay muchos factores que pueden desencadenar síntomas de ansiedad, provocando malestar digestivo, irritabilidad, falta de concentración, insomnio, sensación de asfixia, aumento del ritmo cardíaco, sudoración excesiva, entre otros. Para poder superar estas situaciones incómodas, lo más importante es enfrentarnos y aprender a controlar la ansiedad. No existe un remedio mágico que combata la ansiedad de la noche a la mañana, pero sí diferentes técnicas que nos ayudan a controlarla y a irla reduciendo poco a poco. Si conseguimos tratarla de forma natural, sin emplear ansiolíticos, evitaremos crear dependencia sobre estos medicamentos y otros daños colaterales.
Alimentación adecuada
La alimentación juega un papel fundamental en el control de la ansiedad. Con una pauta alimentaria rica en triptófano incrementaremos los niveles de serotonina y mejoraremos nuestro estado de ánimo. Los alimentos ricos en magnesio favorecen el ritmo cardíaco manteniéndolo estable. Las vitaminas del complejo B participan en la producción de hormonas como la serotonina, que es esencial para mantener un buen estado emocional. Hay alimentos que por sus propiedades pueden ser grandes aliados para combatir el estrés y la ansiedad.
¿Qué alimentos debemos incluir en nuestro menú?
Naranjas
Sustituir el café matutino por un vaso de zumo de naranja natural es una de las mejores cosas que puedes hacer si sufres ansiedad. Las naranjas contienen vitamina C y otros antioxidantes que actúan como un poderoso antiestrés.
Frutos rojos: arándanos, fresas, frambuesas, moras
Gracias a su contenido de vitamina C, antioxidantes, potasio y fibra, contribuyen a detener la acción de los radicales libres, asociada con los problemas de estrés y ansiedad. Además, el potasio tiene una acción relajante.
Plátanos
Son una fuente rica en potasio, que ayuda a controlar los síntomas del estrés. También contienen triptófano, aminoácido esencial que favorece a incrementar los niveles de serotonina, hormona asociada con el buen estado de ánimo.
Aguacate
Contiene grasas monoinsaturadas, potasio, fibra, vitaminas y proteínas, que ayudan a mejorar la función de los receptores en el cerebro encargados del estado de ánimo. Gracias a sus propiedades combate los radicales libres y mantiene las células cerebrales sanas para prevenir posibles daños.
Nueces
Ingerir nueces ayuda a aclarar los pensamientos en aquellas situaciones de estrés físico y emocional. Además, contienen grasas saludables que contribuyen a controlar la ansiedad que nos provoca comer en exceso.
Vegetales verdes: espinacas, espárragos, acelgas, calabacín,…
Son esenciales para la salud en general y el buen estado emocional. Están cargaditos de vitaminas y minerales que estimulan la liberación de hormonas para regular el estado de ánimo.
Pescado azul: caballa, bonito, sardina, boquerón, …
Son una fuente de ácidos grasos omega-3 y vitaminas B6 y B12, que favorecen a disminuir la presión arterial alta y tienen un efecto positivo sobre el sistema nervioso.
Cúrcuma
Favorece la producción de serotonina, noradrenalina y dopamina, que ejercen un efecto beneficioso en casos de bajo estado de ánimo, desequilibrio emocional y depresión.
Es una práctica terapéutica milenaria que utilizo en la consulta y que da muy buenos resultados. Consiste en estimular los puntos reflejos que hay en el pabellón auricular mediante agujas o semillas. Con una alimentación adecuada y unas sesiones de auriculoterapia ayudamos a controlar los síntomas de la ansiedad, como el cansancio permanente, el insomnio, la sensación de angustia, las ganas de comer en exceso,… aumentando la calidad de vida.
Practicar deporte
La práctica regular de ejercicio físico contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo y a aumentar la sensación de bienestar. Nuestro cuerpo fue diseñado para el movimiento, la falta de este genera tensión muscular y estrés. Hacer ejercicio ayuda a eliminar la hormona cortisol, conocida popularmente como la hormona del estrés. Además, ayuda a liberar endorfinas en el cerebro, que son los analgésicos naturales del cuerpo.
Descanso
Entre los principales síntomas de la ansiedad se encuentra el insomnio y los trastornos del sueño. El descanso es necesario tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente. Es importante establecer una adecuada rutina para ir a dormir y evitar las bebidas estimulantes y la luz de las pantallas, horas antes de ir a descansar.
Respiración lenta y profunda
La respiración es una actividad inconsciente y mecánica, pero si respiramos pausadamente nos ayuda a equilibrar el organismo y a relajarnos física y mentalmente. Esto nos beneficia para ir tomando control de la situación y recuperar energía para poder seguir con las tareas diarias. Si estamos ansiosos lo mejor que podemos hacer en ese momento es cerrar los ojos y respirar lo más pausado posible, pensando únicamente en cómo los pulmones se llenan de aire.
En definitiva, para prevenir y combatir la ansiedad es imprescindible llevar un estilo de vida saludable. Cuidar la alimentación, practicar deporte, tener contacto con la naturaleza para despejar la mente, tomar conciencia de la respiración son los pilares básicos para lograr hacerle frente a los momentos de crisis.
