Una de las cosas más apasionantes del otoño, es el surtido de colores en el entorno y por supuesto también en el plato.
La naturaleza es muy sabia, es por eso que los tonos cálidos de los alimentos que nos ofrece en otoño, nos indican su alto contenido en vitaminas y minerales esenciales para prepararnos para el frío del invierno. Los pigmentos de ciertas verduras, frutas y hortalizas nos aportan vitaminas y minerales imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo. En consulta siempre aconsejamos mezclar verduras de diferentes colores en un mismo plato para tener un aporte extra de diferentes nutrientes. Entre los más importantes están los Betacarotenos la vitamina C y vitamina A, que los encontramos en las verduras y hortalizas de color naranja. Las tonalidades rojizas nos indican la presencia de vitamina C, magnesio y los fitoquímicos. En cambio en los colores azules y violetas encontramos compuestos fenólicos como la antocianina y quercetina que contienen propiedades saludables como protección contra el cáncer, mejora del sistema urinario y mejora de la memoria. En esta receta os dejamos una idea de ensalada de otoño super colorida y muy saludable, aparte de riquísima y ¡fácil de preparar!
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